Hay veces que algunos comandos
pueden ser difíciles de recordar, otras veces no es que no los
recordemos pero se nos puede hacer pesado escribir todo el tiempo alguno
de ellos y más si son una cadena muy larga. Para ambos casos, nuestro sistema tiene una solución, los alias.
Como el propio nombre indica, alias se encarga de ponerle un “apodo” o
un nombre alternativo a esos comandos difíciles de recordar o
facilitarnos algunas tareas repetitivas. En realidad se trata de crear una atajo hacia un comando o función al que le daremos el nombre que queramos.
Su utilización es muy simple y su sintaxis más básica sería:
Su utilización es muy simple y su sintaxis más básica sería:
alias nombre_de_alias='comando completo'
Tan sencillo como eso, a partir de ese momento al escribir el nombre
que le hallamos puesto al comando o la cadena de ellos se ejecutarán
normalmente. Algunos ejemplos:
alias actualiza='sudo apt-get update'
alias instala='sudo apt-get install'
alias limpia='sudo apt-get autoremove && sudo apt-get autoclean && sudo apt-get clean'
alias monta='mount -t ntfs -o users /dev/sdb1 /mnt/media'
Solo con escribir limpia, comenzará a hacer una limpieza de nuestro sistema.
Como digo, se puede ejecutar directamente en la terminal,
pero al cerrar la sesión los alias que hayamos creado, desaparecerán.
Para evitarlo, podemos añadirlos directamente en nuestro archivo .bashrc, de esta forma se cargarán al iniciar nuestra distro.
sudo gedit .bashrc
Donde añadiremos los alias que nos parezca.
Puede ocurrir que si tienes tan mala memoria
como yo, después de volverte loco metiendo los alias, no recordemos los
nombres que le hemos dado a algunos, para ello solo tenemos que teclear
alias -p en una consola para obtener un listado de todos.
Fuente: www.linuxzone.es
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